La segunda jornada fue tan buena como la primera. Terminamos las escenas de la fiesta, rodando con los extras en el jardín y con el elenco las escenas en interiores. Santa Rosa nos esperó respetuosamente, y a las seis de la mañana, justo después del último plano, decidió aparecer. Un profundo agradecimiento a ella. La lluviá limpió las últimas huellas que quedaron en la locación de la reunión desvelada, y la vida vuelve lentamente a la normalidad, mientras esperamos a que el viernes llegue y las últimas escenas sean realizadas.
lunes, 31 de agosto de 2009
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